sábado, 21 de abril de 2012

Parada y Fonda - Vol. 2 - Croquetismos

No sé si a vosotros os pasa, pero a mí hay momentos en que me surge un ansia irrefrenable de ingerir determinado tipo de alimento muy, muy concreto. Ya sé que hasta aquí no estoy siendo nada clara, voy a tratar de explicarme. Normalmente ocurre así:
-Tras haber alternado la noche anterior (ya lo decía mi padre, "noches alegres, mañanas tristes")
-Y me suele apetecer o bien sushi, o bien burguer guarro, o tortilla de patata o croquetas. 
Todo ello regado por litros y litros de refresco de cola light (no doy nombre comercial porque, como no me patrocina nadie, es algo que hago con total aleatoriedad, vamos, cuando me da la gana). 

Lo vais pillando, ¿verdad?

Bueno pues como decía, retomando el tema culinario, una de las cosas que más me apetece en estos momentos de ruido gástrico, agotamiento muscular y demás bondades cortesía de un cuerpo que ronda la edad de Cristo y ya no está para estos trotes, son las croquetas. ¿Qué hay más castizo, hipercalórico y fácil de comer que las croquetas -o cocretas según algunos-?




Desde pequeña fueron una de mis debilidades. Todavía me acuerdo de pedir con emoción "máximo" (que eran 7 daditos) cuando tocaban en el menú del cole Jardín de África...por no hablar de las de mi tía, que no pueden ser más espectaculares...

Ummmm, perdonad que me voy por las ramas y pierdo el hilo de la narración. A lo que iba, que, como en todo, en el mundo del croquetismo también hay clases y de ahí mi post de hoy cuyo objetivo no es otro que presentaros a lo Esperanza Gracia el top 3 de lugares donde comer unas fantásticas croquetas en Madrid (orden de los factores no altera el producto, aviso):

- Taberna Arzábal (C/Menéndez Pelayo 13): este sitio es seguramente una de las mejores tabernas contemporáneas de toda la capital. Y, cómo no, en su carta cuenta con varias opciones de croquetas a cada cual más impresionante, entre las cuales me decanto posiblemente por las de boletus. A destacar también sus gintonics, pero eso se merece monográfico aparte. 

Ahora mismo estoy sufriendo, os lo advierto, hasta escribir un blog absurdo como este supone su esfuerzo, mi estómago parece Lou Reed. Sigamos...

- Con el número dos tenemos a Jurucha (C/Ayala 19). Bar de toda la vida que perfectamente podría estar en el centro de cualquier ciudad del norte, donde la gente -profesionales, jubilados, ociosos- de la zona acude diariamente a tomar un vinillo y un pincho. ¡Cuánto echo de menos este tipo de costumbres! Pues bien, además de una variedad notable de pinchos, Jurucha tiene el honor de ofrecer las mejores croquetas del barrio de Salamanca. 

- Y para terminar el ranking, esta vez el nominado es bastante obvio, ya que, cuando se habla de croquetas en Madrid, a muchos inmediatamente nos viene a la cabeza Casa Julio (C/Madera 37). 



Leyendas de bandas internacionales visitando el local y demás historietas aparte, lo cierto es que la bechamel que prepara (o preparaba) esta buena señora tiene algo especial y, de hecho, el sitio también lo tiene, aunque es cierto que con la remodelación ha perdido algo de encanto. De su "croquet-surtido" me quedo sin dudarlo con las de espinacas. ¡Simplemente deliciosas!

Y bueno, con esto doy por concluido el post de hoy que, no es por nada, pero me está costando la salud. Lo mejor de todo es que he quedado para comer cerquita de casa y en la carta del sitio al que vamos ¡¡¡no hay croquetas!!! Definitivamente, lo mío es grave. 

Post dedicado al pequeño Croquet, Nicolás, el niño más guapo de todo el barrio de Salesas y eso que tiene seria competencia...

¡Mua!

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