Parada y Fonda - Vol 1: mucho más que un simple "on the rocks"

Esta sección es una más de las que siempre tuve en mente incluir en el blog cuando éste era sólo un proyecto. ¿Por qué? Pues porque, para bien o para mal, todo lo que sea comer, tapear y copear por Madrid es algo que me gusta y, al parecer, no se me da mal, por lo menos dentro de lo que podríamos considerar mi área de influencia, es decir, zona Salesas/Malasaña/Salamanca/Triball/Conde Duque y poco más.

Principalmente por eso me apetecía contar con un espacio en que comentar acerca de los lugares que para mí son imprescindibles, los que podríamos considerar como nuevos descubrimientos y, por supuesto, al mismo tiempo tener la oportunidad de conocer gracias a vosotros otros susceptibles de ser incluidos en mi lista.  

Para comenzar,  me centraré en el apasionante mundo del gintonic. 

Siendo consumidora de ginebra desde llamémoslo "hace tiempo" (una al fin y al cabo es una señorita, además de que mi madre casi con total seguridad va a leer este texto), sinceramente me resulta un poco agobiante el bombo que ahora mismo se le esta dando a todo combinado en que esté presente este espirituoso y, fundamentalmente, al gintonic. 

Eso de que cualquiera por el mero hecho de tener una carta con más de 3 marcas (una de las cuales ha de ser Hendrix de todas, todas), ofrecer por un euro más tónica Fever-Tree o introducir con calzador en el nombre de su local las palabras "lounge" o "ginclub" se considere "cool", me apesta bastante.

Aunque también es verdad que, gracias a esta moda, los amantes de la bebida favorita de la Reina Madre, que en paz descanse, hemos tenido la posibilidad de descubrir de una forma relativamente sencilla un montón de interesantes marcas nuevas o de que surgiesen lugares con un "algo" especial dignos de ser visitados. Es precisamente de de algunos de estos sitios de los que hablaré a continuación.

Tratando de evitar convertir el post en una epístola, iré al grano y me centraré en los que ahora mismo son mis tres favoritos:

En primer lugar, Martínez Bar (C/Barco 4), que se ha colado entre mis imprescindibles a pesar de ser el último que he conocido. Con una decoración muy atractiva, una amplia carta no sólo de ginebras, sino también de cócteles/bebidas de todo tipo, entre los que se incluye la castiza y ultra "in" cerveza Cibeles, y un servicio atento y discreto, tomar una copa allí se convierte en todo un disfrute que, al fin y al cabo, es de lo que se trata, ¿no? 

Otro sitio que me encanta y que se encuentra a escasas calles del anterior, es la Coctelería Santa María. Dada su ubicación (sito en la mismísima Ballesta), no deberían extrañarnos sus orígenes. Y es que, antes del bar de copas, este local albergó un antiguo lupanar, hecho en que precisamente radica el que, para mí, constituye uno de sus principales atractivos: haber mantenido esa maravillosa barra larga forrada en cuero que es para quitar el sentido. Además, lógicamente, también tiene muy buen ambiente y un copeteo interesante.  

Por último, una vez más sin salir del barrio (prometo empezar a ampliar miras a partir de ahora), digna mención merece Josealfredo. A pesar de que en cuanto a calidad de las copas pueda estar ligeramente por debajo de los anteriores (especialmente los fines de semana), quizá para mí resulte el más entrañable  por haber oído hablar de él desde muy pequeña, ya que entre sus anteriores dueños se encontraba mi vecino de la infancia en Santander, Javi Rubio. Hoy en día, tras un cambio de manos muy bien llevado, se ha convertido por méritos propios en todo un referente dentro de la noche madrileña. A destacar su equipo de camareros, ¡todos ellos de 10!

Bueno, pues hasta aquí las sugerencias de hoy. Espero que os gusten tanto como a mí. Por supuesto, hay muchos otros sitios, en otras muchas zonas, con estéticas muy distintas pero igualmente interesantes, pero esos mejor los dejamos para otro día, ¿nos os parece?

Y vosotros, ¿qué opináis del fenómeno gintonic?, ¿tenéis alguna dirección donde tomar un buen "on the rocks" que os apetezca compartir?

¡Muacks!